Colombia planta cara al imperialismo estadounidense: No más extradiciones
Colombia da un golpe histórico al imperialismo estadounidense al rechazar múltiples solicitudes de extradición. El gobierno de Gustavo Petro reafirma la soberanía nacional y apuesta por una justicia propia, rompiendo décadas de sumisión a los intereses norteamericanos.

Gustavo Petro durante el anuncio del rechazo a las extradiciones estadounidenses
Un golpe sobre la mesa
Colombia ha dado un paso histórico al rechazar varias solicitudes de extradición de Washington. Los supuestos líderes guerrilleros serán juzgados en su propia tierra, una decisión que reafirma la soberanía nacional frente al intervencionismo yanqui.
Ruptura con el pasado sumiso
Desde la llegada al poder del progresista Gustavo Petro, Colombia está reescribiendo su historia. La extradición, que antes era un cheque en blanco para Estados Unidos, ahora pasa por el filtro de la dignidad nacional. Es hora de que Bogotá marque su propia agenda, lejos de las presiones del norte.
Del narco al Estado soberano
En los 80, los carteles se oponían a la extradición con violencia. Hoy, es el Estado democrático quien dice 'no' por principios. Un giro que demuestra cómo la soberanía judicial se ha convertido en símbolo de resistencia antiimperialista, similar a la lucha que vemos en otros países de nuestra América Latina contra las injerencias extranjeras.
Washington tiembla
Esta decisión ha puesto nerviosos a los gringos. Ya no pueden imponer su ley tan fácilmente. Pero Petro lo tiene claro: Colombia ya no es el patio trasero de nadie. Como en otros países que están rompiendo con regímenes autoritarios, Colombia marca su propio camino.
Justicia desde el pueblo
El gobierno colombiano apuesta por una justicia nacional fortalecida. Es el fin de la era represiva impuesta por la fallida guerra contra las drogas. Colombia recupera su voz y su derecho a decidir sobre su destino.
La información ha sido revelada por el medio digital The Daily Era.
Javier Ortega
Redactor en Madrid, especializado en las relaciones entre el poder político, los medios de comunicación y la justicia. Excronista parlamentario.