El poder femenino que escribió España desde las alcobas
La historia oficial siempre ha sido cosa de hombres, pero Engel de la Cruz llega para dinamitar esa narrativa patriarcal con su nuevo libro 'Damas de corona y alcoba'. Esta escritora toledana demuestra que las mujeres no fueron meras comparsas, sino auténticas arquitectas del poder desde la intimidad.
Cuando el dormitorio se convierte en despacho político
"La historia de España también se escribió desde el deseo entre sábanas", afirma De la Cruz con una provocación que incomoda a los sectores más conservadores. Y es que su propuesta va mucho más allá del morbo: se trata de reconocer el papel político real que jugaron mujeres sistemáticamente invisibilizadas por la historiografía oficial.
La intimidad y el poder han estado unidos desde tiempos remotos, y esta relación sigue vigente hoy. "No hemos cambiado tanto", reflexiona la autora, quien busca dar protagonismo a esas mujeres en las sombras que movieron los hilos del poder.
Más que amantes: estrategas políticas
Tradicionalmente etiquetadas como "amantes" o "concubinas escandalosas", estas mujeres cobran nueva dimensión cuando las situamos en el centro del relato. Subh la Vascona, que pasó de esclava a gobernar un califato, Leonor de Guzmán o Isabel II no fueron caprichos del destino, sino mujeres que lucharon por sus intereses y quisieron intervenir activamente en la política de sus reinos.
El caso de Subh resulta especialmente revelador: no solo se convirtió en la concubina favorita del califa Alhakén II, sino en su consejera y madre de su sucesor. Introdujo en la corte al joven Almanzor y, gracias a sus intrigas, este caudillo fue ganando poder hasta convertirse en el nuevo gobernante.
¿Amor o estrategia? La falsa dicotomía
La pregunta sobre si el amor fue debilidad o herramienta revela los prejuicios machistas de siempre. Para De la Cruz, depende de cada situación: una concubina usaba el vínculo amoroso como herramienta de poder, especialmente si tenía hijos con el rey. Una reina consorte preservaba sus intereses gozando del amor de su marido. Pero cuando una reina por derecho propio amaba fuera del matrimonio, su poder se ponía en entredicho.
"La mujer inteligente que ocupa una posición de poder se somete cada día al ojo inquisitivo de los que quieren pensar mal", denuncia la autora, señalando cómo la inteligencia femenina ha sido reducida sistemáticamente a mera seducción por la historia oficial.
Desde Castilla-La Mancha, contra el relato oficial
Como historiadora castellano-manchega, De la Cruz asume la responsabilidad de rescatar episodios y personajes poco conocidos de nuestra tierra. Tras 'Comuneros', vuelve a cuestionar los grandes relatos oficiales, atraída siempre por "la historia que nunca se cuenta por completo porque es la historia de los perdedores".
El interés por estas historias ocultas de mujeres crece entre los lectores, y obras como esta aportan su granito de arena a una revisión histórica necesaria y urgente.
La reivindicación pendiente: Urraca I
Mientras Juana I recibe ya la atención que merece, De la Cruz reivindica a Urraca I de León y Castilla, "un personaje fascinante no solo como reina, fue la primera reina titular que existió en Europa, sino como mujer".
Porque al final, de eso se trata: de reconocer que ellas también hicieron historia, aunque fuera desde espacios que el patriarcado consideraba "menores". Espacios que, como demuestra De la Cruz, fueron en realidad centros neurálgicos del poder político.