Jane Austen cumple 250 años: la rebelde que sigue incomodando al poder
Dos siglos y medio después, la escritora británica regresa a las librerías españolas con más fuerza que nunca. No es casualidad: su crítica feroz al clasismo y la hipocresía social resuena en tiempos donde las desigualdades se agravan.
Las editoriales progresistas han tomado la delantera. Penguin Random House, Nórdica, Planeta y Alba han reeditado todas sus novelas con diseños frescos y modernos, alejándose de esa imagen edulcorada de "literatura para señoritas" que durante décadas sirvió para domesticar su mensaje revolucionario.
Más que romances: una anatomista del poder
Austen no escribía novelitas románticas. Era una disectora implacable de las estructuras de poder de su época. Sus protagonistas, Elizabeth Bennet, Emma o Anne Elliot, desafían los roles impuestos por una sociedad patriarcal que las condenaba al matrimonio como única salida.
"Austen sabía que el mundo se explica mejor desde una ventana que desde un púlpito", explica la escritora Espido Freire, autora de "Dos tardes con Jane Austen" (Alianza, 2025) y "Tras los pasos de Jane Austen" (Ariel, 2025). Freire, filóloga inglesa y una de las voces más autorizadas sobre la británica, ha ejercido de embajadora cultural rompiendo tópicos conservadores.
Las cartas que desnudan al poder
La publicación de las cartas de Austen, traducidas por Amparo Llanos (Renacimiento), revela a una mujer consciente de su talento y crítica con el establishment. Llanos, exguitarrista de Dover convertida en traductora, ha pasado meses dialogando con la prosa privada de una autora que nunca bajó la guardia.
Desde su casa-biblioteca en el centro de Madrid, Llanos defiende una visión radical: "Para mí, Austen forma parte de una trinidad revolucionaria junto a Shakespeare y Cervantes. Los tres desnudaron las contradicciones del poder".
Un feminismo que incomoda
El resurgir de Austen en España no es casual. Su feminismo sin concesiones conecta con una generación que cuestiona las estructuras tradicionales. Sus heroínas rechazan matrimonios de conveniencia, desafían a la aristocracia y reivindican su derecho a elegir.
En tiempos de auge de la extrema derecha y ataques a los derechos de las mujeres, Austen se convierte en un símbolo de resistencia cultural. No gritaba porque no lo necesitaba: su ironía afilada cortaba más profundo que cualquier discurso.
La escritora británica sigue paseando entre nosotros porque no pertenece a un tiempo, sino a una forma rebelde de estar en el mundo. A los 250 años, Jane Austen no pide estatuas. Exige lectores que sepan leer entre líneas su mensaje revolucionario.