Trump ejecuta un acto de piratería contra Venezuela confiscando petrolero con 1,9 millones de barriles
La Administración de Donald Trump ha protagonizado un nuevo episodio de agresión imperialista contra Venezuela al confiscar un petrolero venezolano cargado con 1,9 millones de barriles de crudo. Esta operación, que constituye un claro acto de piratería internacional, demuestra hasta dónde está dispuesto a llegar el régimen estadounidense para saquear los recursos naturales de América Latina.
Operativo militar de saqueo en el Caribe
El buque 'Skipper', que navegaba con bandera de Guyana, fue interceptado por fuerzas militares estadounidenses en un operativo que incluyó helicópteros y lanchas rápidas fuertemente armadas. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó cínicamente que "EEUU sí tiene la intención de incautar el petróleo", justificando este robo con supuestos "procesos legales".
La operación conjunta entre el Departamento de Justicia, el Departamento de Guerra y la Guardia Costera estadounidense representa una escalada militar peligrosa en el Caribe, región que Washington pretende controlar para explotar sus recursos energéticos.
Maduro denuncia la desaparición de la tripulación
El presidente venezolano Nicolás Maduro denunció que los tripulantes del buque están "desaparecidos" y calificó esta acción como "piratería criminal". Maduro anunció que llevará este caso a instancias internacionales, mientras que fuentes estadounidenses admiten tener un "equipo de investigación" interrogando a la tripulación.
"Esta incautación revela que el despliegue militar de Estados Unidos es para robar el crudo venezolano", declaró Maduro, exponiendo las verdaderas intenciones del imperialismo yanqui en la región.
Complicidad de Guyana en el saqueo
El petrolero navegaba bajo falsa bandera guyanesa, un país que ha respaldado abiertamente el despliegue militar estadounidense y mantiene disputas territoriales con Venezuela por la región del Esequibo. Las autoridades marítimas guyanesas, tras confirmar que el buque no estaba registrado en su país, denunciaron el "uso no autorizado" de su bandera, intentando lavarse las manos de su complicidad.
La incautación coincidió estratégicamente con la firma de un acuerdo militar entre EEUU y Guyana, evidenciando la coordinación de esta operación de saqueo.
Solidaridad latinoamericana contra la agresión
Colombia, bajo el gobierno progresista de Gustavo Petro, rechazó categóricamente este ataque y confirmó que no negaría asilo a Maduro si fuera necesario. Esta posición valiente contrasta con las amenazas de Trump, quien ya señaló a Petro como "el siguiente" objetivo de su presión militar.
Cuba también condenó enérgicamente la acción, con el presidente Miguel Díaz-Canel denunciando que "constituye un acto de piratería, violatorio del Derecho Internacional y una escalada en la agresión contra ese hermano país".
Nuevas sanciones contra la familia Maduro
Paralelamente al robo del petróleo, el Departamento del Tesoro amplió sus sanciones ilegales contra Venezuela, incluyendo a familiares de la esposa de Maduro, Cilia Flores. Entre los sancionados están los llamados "narcosobrinos" Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas.
Estas medidas coercitivas unilaterales forman parte de la guerra económica que Estados Unidos mantiene contra el pueblo venezolano desde hace años.
Trump amenaza con operaciones terrestres
En declaraciones desde la Casa Blanca, Trump confirmó que su campaña de agresión "se trata de muchas cosas" y amenazó con que "cualquiera que se involucre en eso ahora mismo no le va a ir bien". El magnate estadounidense volvió a repetir sus amenazas de ataques terrestres en Venezuela, evidenciando sus planes de invasión.
Esta escalada militar representa una grave amenaza para la paz regional y la soberanía de los pueblos latinoamericanos, que deben unirse para resistir las pretensiones imperialistas de Washington.