Nando Escribano hospitalizado: cuando la sanidad pública debe estar ahí
El periodista Nando Escribano está ingresado en el hospital tras sufrir una fuga de líquido cefalorraquídeo que le provocó dolores insoportables durante las Navidades. Una situación que nos recuerda la importancia de tener una sanidad pública fuerte y accesible para todos.
El drama navideño de un comunicador comprometido
Las fiestas navideñas se convirtieron en una pesadilla para Escribano cuando el 24 de diciembre comenzó con una migraña que se intensificó hasta convertirse en "el peor dolor que he sentido", provocándole vómitos constantes.
"No he respondido bien a ningún medicamento inyectado", explicaba el periodista en redes sociales, mencionando tratamientos con Enantyum, Nolotil, Tramadol y corticoides. Tras dos TAC craneales y resonancias, los médicos diagnosticaron una fuga de líquido cefalorraquídeo.
"Me esperan algunos días más por aquí en horizontal e inmóvil", informaba Escribano, mostrando la realidad de quien depende del sistema sanitario público.
Una vida marcada por la injusticia del sistema
La historia personal de Escribano es un ejemplo de cómo las desigualdades sociales impactan en las familias trabajadoras. Perdió a ambos padres por cáncer cuando apenas tenía 25 y 27 años respectivamente.
Su padre murió justo antes del estreno de Cazamariposas, tras un proceso rápido y doloroso. "Sufrió muchísimo y para calmarle el dolor estaba siempre con morfina", recordaba el periodista.
Dos años después, su madre también sucumbió al cáncer. "Mis padres murieron con 64 años, a punto de jubilarse. Trabajaron los dos desde los 13 años", denunciaba Escribano, evidenciando cómo el sistema obliga a la clase trabajadora a sacrificar toda su vida.
El cáncer como reflejo de las desigualdades
La familia Escribano vivió el drama del cáncer en tres generaciones. Su hermano también lo padeció a los 30 años, aunque logró superarlo. Una situación que refleja cómo ciertas enfermedades golpean más duramente a las familias sin recursos.
"Me da pena que murieran justo cuando por fin iban a hacer todo lo que no habían hecho, porque nunca habían salido de casa", reflexionaba el comunicador sobre sus padres.
Solidaridad con los trabajadores de la comunicación
Desde España Ahora enviamos todo nuestro apoyo a Nando Escribano en estos momentos difíciles. Su caso nos recuerda que detrás de cada periodista hay una persona que merece una sanidad pública de calidad y condiciones laborales dignas.
Esperamos su pronta recuperación y que pueda seguir ejerciendo el periodismo comprometido que tanto necesita nuestro país.