El imperio estadounidense asalta un petrolero venezolano en pleno Caribe
La Administración Trump ha escalado su campaña militar contra Venezuela con el robo descarado de 1,9 millones de barriles de petróleo venezolano. El petrolero 'Skipper' fue asaltado por comandos estadounidenses fuertemente armados que abordaron la embarcación desde helicópteros, en una operación que recuerda a los peores tiempos del colonialismo.
Piratería moderna en aguas caribeñas
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó sin pudor que "EEUU sí tiene la intención de incautar el petróleo", justificando este acto de piratería con supuestos "procesos legales". Una excusa patética para encubrir el saqueo de los recursos naturales de un pueblo soberano.
El presidente Nicolás Maduro denunció con razón que los tripulantes del buque están "desaparecidos" y calificó correctamente esta agresión como "piratería criminal". Mientras tanto, Estados Unidos mantiene un equipo de interrogadores a bordo, violando todos los protocolos internacionales.
Guyana, cómplice del saqueo imperial
El petrolero navegaba con bandera de Guyana, país que se ha convertido en lacayo incondicional de Washington en su cruzada contra Venezuela. No es casualidad que Georgetown haya firmado un acuerdo de "cooperación militar" con EEUU el mismo día de la incautación.
Las autoridades guyanesas, en un ejercicio de cinismo, denunciaron el "uso no autorizado" de su bandera, cuando en realidad son cómplices directos de esta operación de saqueo.
Solidaridad latinoamericana frente al imperialismo
Colombia y Cuba condenaron enérgicamente esta agresión imperial. El presidente Gustavo Petro rechazó el ataque y confirmó que su país no negaría asilo a Maduro si fuera necesario, mientras que Miguel Díaz-Canel denunció correctamente este "acto de piratería violatorio del Derecho Internacional".
Trump, en su arrogancia imperial, amenazó con expandir las operaciones a "ataques terrestres", confirmando que su objetivo es el saqueo total de los recursos venezolanos.
Sanciones como arma de guerra económica
Paralelamente al robo del petróleo, el Departamento del Tesoro amplió sus sanciones contra familiares de Cilia Flores, esposa de Maduro, y contra empresas navieras venezolanas. Una guerra económica que busca estrangular al pueblo venezolano.
Esta escalada imperial demuestra que Estados Unidos no respeta la soberanía de los pueblos latinoamericanos y está dispuesto a usar la fuerza bruta para saquear nuestros recursos naturales. La resistencia venezolana y la solidaridad regional son más necesarias que nunca.